Atrás quedó ese post dónde iba llorando por las esquinas, cual Prol por los blogs, y Comienzo un nuevo año con la energía que se merece el 2008. Gracias a los ánimos recibidos, a los mimitos de otros y a un suceso que ocurrió anoche y que si me lo hubieran dicho cuando me levanté por la mañana yo hubiera gritado: ¡Y yo con estos peloooos! Y así fue, Fue tal la sorpresa que me pillaron sin mi traje de gala y mi peluquería para recibirlos cómo ellos se merecen. ¿¿Cómo iba a pensar q ayer se iba a convertir en el día más importante de lo que llevamos de 2008??
Ladies and gentleman, La Reina del Cardamomo tuvo su particular encuentro con....prrrrprrrrprrrr (redoble de tambores):
¡¡¡¡¡¡¡¡Gal y a
Las Ruvis!!!!!!!!!!¡¡¡Morid de envidiaaaaaaca!! Sí! ¡Por fin! Por fiiiin!!!
Os lo cuento:
La alfombra roja se extendió sobre la puerta del Teatro Español para recibirlos (una teatrera no puede quedar en otro sitio). Eran las 9 de la noche y yo esperaba ansiosa la llegada de estos 2 famosos a los que por supuesto les iba a pedir una foto con ellos para colgarla en mi blog (tenéis que esperar un poco, las estoy revelando). De repente, levanto la cabeza y allí estaban ellos, los reconocí porque todo el mundo miraba a Gal, y es que no es habitual ver a un chico tan apuesto con esas pedazos de rubias despampanantes correteando por su alrededor, menudo escándalo iban formando. Nos saludamos con el ímpetu que el momento requería, los flashes no cesaban y tuvimos que resguardarnos de la prensa del corazón en un bar que no tiene puertas directamente (ya que en Madrid todo el mundo se deja la puerta abierta, los jefes fueron astutos en este caso y dijeron: ¡sin puertas!). Nos sentamos en una mesa grandota para que cupiéramos todos y nos pedimos la primera ronda. El camarero, muy amable (normal, teniendo en cuenta lo guapas que son) nos sorprendió con una tapa muy tipical spanish ¿Las Ruvis? Encantadas de la vida, exprimiendo la terreta ¿Y Gal? No cabía en sí, era el hombre más envidiado de todo el bar, rubias por todas partes y la morena de una servidora, aunque fuí con gorra para no sentirme muy discriminada.
Y allí estuvimos, contando chascarrillos, dimes y diretes, coticotis, batallitas, coincidencias, risas, más cerveza, más tapas, y aguantando el chaparrón de rosas y cosas de lucecitas que los clientes nos querían regalar a Las Ruvis y a mí (bueno, a ellas más) por ser tan guapas. Menos mal que Gal actuó como un caballero y les dió a todos las gracias y les dijo educadamente que no hacía falta tales regalos. Se levantó, sacudió su melena al viento , extendió los brazos y no tardamos ni un segundo en agarrarnos a él como lapitas, ¡¡cómo nos gustaba a nosotras también fardar de hombre!!
Y así fue, tras un (gracias a Zeus) "hasta luego" , tomé rumbo a mi casita con una sonrisa en la cara , mientras, veía cómo ellos se alejaban gritando y riendo bajo la mirada de todos los viandantes, y es que cómo ya he dicho antes, Las Ruvis, ¡son muy escandalosas!
¡Hasta el próximo encuentro!GRACIAS